Las musas abandonan su guarida y acuden a visitarme bajo la lluvia del cielo que llora su pena.
Siento el viento soplar en mi cara, el susurrar de las flores adormecidas en el jardín; el sonido de las hojas del sauce que rozan la tierra y barren sutilmente el dolor escondido en el pasto mojado.
Miro al cielo despertarse, abrir sus ojos, secar sus lágrimas.
La tormenta ha cesado, los pájaros abandonan sus nidos para surcar el firmamento que poco a poco se tiñe de azul pasando antes por un sinfín de tonalidades de gris.
Me visto de tristeza y acompañado por la sutileza del atardecer me siento a descansar mi cuerpo mientras vuelo lejos sin moverme.
Un suspiro se escapa de mi pecho y me tiendo sobre la húmeda grava a contemplar la nada.
La noche se cierne esplendorosa. Todas las mariposas de este día ya han muerto envidiando la belleza de las estrellas que me acunan en sus brazos y comparten sus secretos.
Las nubes cantan una canción de amor que mi corazón apenas comprende y mis lágrimas me bañan el rostro transportándome a un paraíso de dolor.
Me sumo en un sueño de primavera bajo el candor del cielo oscuro que poco a poco me engulle y desmaterializa mi cuerpo.
Desaparezco...
Siento el viento soplar en mi cara, el susurrar de las flores adormecidas en el jardín; el sonido de las hojas del sauce que rozan la tierra y barren sutilmente el dolor escondido en el pasto mojado.
Miro al cielo despertarse, abrir sus ojos, secar sus lágrimas.
La tormenta ha cesado, los pájaros abandonan sus nidos para surcar el firmamento que poco a poco se tiñe de azul pasando antes por un sinfín de tonalidades de gris.
Me visto de tristeza y acompañado por la sutileza del atardecer me siento a descansar mi cuerpo mientras vuelo lejos sin moverme.
Un suspiro se escapa de mi pecho y me tiendo sobre la húmeda grava a contemplar la nada.
La noche se cierne esplendorosa. Todas las mariposas de este día ya han muerto envidiando la belleza de las estrellas que me acunan en sus brazos y comparten sus secretos.
Las nubes cantan una canción de amor que mi corazón apenas comprende y mis lágrimas me bañan el rostro transportándome a un paraíso de dolor.
Me sumo en un sueño de primavera bajo el candor del cielo oscuro que poco a poco me engulle y desmaterializa mi cuerpo.
Desaparezco...
**Rulo**
2 comentarios:
Hoy que por aqui esta todo gris, y el cielo llora sin cesar, guardo tus palabras en un cofre mágico.
Para liberarlas luego e intentar cambiar el matiz de mi vida.
Siempre tan maravilloso leerte.
Besos inspirados :)
Que crudeza tan sentida tienen tus palabras. Me encantaron y más como acompaña la imagen a ellas.
Te dejo un enorme beso
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