sábado, diciembre 16, 2006

"Tan solo un día..."



El amanecer me sorprende indómito e insomne. Las luces del alba asedian mi mirar y el arco iris se ha borrado en esta mañana triste y desolada…

Los pájaros cantan en el horizonte recibiendo el nuevo día y yo tan solo pienso en cerrar mis ojos para que el dolor se pierda en mi mundo onírico.

Siento mis manos perder pujanza, mis labios sellarse como por arte de magia, mis huesos relajarse al punto de perder su fuerza y mi ánima intentar despegar sin mi consentimiento.

Una tormenta se desata y el sol brilla fuerte, candoroso y con todo su esplendor para el resto de la humanidad.
Extraño tu silueta, tus labios, tus manos, tu boca, te extraño…

Demasiado tarde he despertado de esta siesta interminable que me acunó durante semanas. El mundo es distinto y las llamas de la eternidad han perdido su poderío durante mi ausencia…

Siento, vivo, lloro muero, vivo, tiemblo, dudo, vivo, peno, sueño, olvido, pierdo el tacto, ¿vivo?...


**Rulo**

miércoles, diciembre 13, 2006

"La fuente..."



-Qué casualidad, yo venía a mirar la misma fuente, el mismo resplandor.
-¿De veras? Es mi primera vez aquí. Me cautivó como se refleja la fría imagen de mi alma en esta fuente.
-¿Eres de por aquí?
-Soy de donde me tratan bien, siempre cerca del agua, necesito el reflejo inexacto de mí, acuoso. ¿Vos sos de por acá?
-No, solo pasaba, y no pude eludir el llamado de la fuente. Vengo de donde el viento sopla fuerte y la marea casi nuca está baja…¡Extraño!. El mar no se dibuja nunca ante mis ojos.
-Es que el mar son mis ojos, yo tengo el océano en la pupila, y el viento del que hablás impregnado en la córnea, aprisionando el espíritu.
-¡Entonces habito en ti sin saberlo!, ¿te sentarías a mi lado?. Siempre he disfrutado de la compañía de extraños conocidos.
-Yo también disfruto de extrañas compañías, me sentaría con mucho gusto. Te noto triste, tenés una pesadez de montañas desmoronándose en los ojos. ¿A qué se debe?
-¿Eres alguna clase de diosa desterrada del olimpo?, tu belleza me cautiva, y sin decir palabra has leído mi corazón. Estoy triste, es cierto, tal vez se deba a que la transparencia de mis ojos se está volviendo líquida y delata las lágrimas contenidas. He sufrido demasiado, y justo cuando creí haber encontrado un refugio, mi cerebro se acelera y me muestra un futuro no muy lejano en donde todo se desmorona.
-Dejá caer esas lágrimas, moldeo mis manos como un cuenco para que puedas depositarlas ahí, donde estén seguras. Una lágrima que toque la tierra podría ocasionar un terremoto en seres celestes como nosotros.
-¿Para que guardarlas entonces? Que golpeen fuerte al caer y desaten un movimiento sísmico incomparablemente gigantesco, rudo y tenaz, que el cielo se fusione con el mar de tus ojos, que tus manos intenten en vano evitar que me derrumbe dentro del precipicio.
-Si te derrumbaras me arrastrarías a mí, y no me molestaría, conozco el precipicio, otro precipicio, mi pozo tan profundo, tan caliente y cómodo como el útero materno.
-Viviría en tí, sé que lograría sobrevivir sin aire, sin luz, sin nada más que tu presencia etérea, pero, siento que te conozco, ¿es que acaso me has visitado en sueños? ¿Has irrumpido en mis pesadillas siendo el ángel salvador que a último momento evita que muera allí?
-Vos me visitaste a mí en sueños, soy la luna que se ve desde tu ventana, la que instalaste en tu cielo negro poblado de estrellas que son esperanzas.
-Entonces ya no somos desconocidos, sino ánimas que en la oscuridad de la noche se encontraron deambulando por el cosmos.
-Eso somos, almas despojadas de cordura que pasean con un pie afuera y otro dentro de la vida.
-Solo esencia. ¿Sabes que? Siento que te necesito. No se si me comprendes…Tu, extraña compañera.
-Sí que comprendo, siento algo similar.
-¡Tu!, que vives en la lluvia; me acompañas a pintar el cielo de colores. Eres la estrella que brilla primero en el firmamento para que note que la siesta ha concluido y que ya es hora de que la noche me engulla, me atrape, eres eso…¡Todo!. Y nada.
Inexplicable es la metamorfosis de la que eres dueña dentro de mi cabeza.
Cambia dulce criatura, amo verte ser miles de cosas, y solo una a la vez, la mujer mas bella que jamás halla encontrado en el banco de una plaza observando un pozo artesiano…
-Necesito ser delfín y sumergirme en el agua, lástima que la fuente no sea lo suficientemente amplia.
-Pídemelo. Sería capaz de convertirla en el mas majestuoso de los estanques solo por complacerte, y de esa manera, parte de la tristeza se desvanecería en tu nadar, en tu sonrisa.
-Convertí entonces, para mí, para vos, esta fuente en un océano culposo que se desliga de la sal depositándola en las caras ajenas que nos miran como si fuéramos de otro planeta.
-Está oscureciendo, pero prometo mañana regresar junto al primer destello de luz solo a complacerte. Cuando la tarde caiga, el océano habrá aparecido precisamente en este lugar.
-Mañana entonces voy a estar esperando la conversión, y mi aleta podrá, al fin, tomar el dominio de estas piernas que están cansadas de andar y recorrer escombros grises.
-¡Hasta mañana extraña amiga!, compañera de sueños, eterna dueña de mi alma deshecha.
Que la luna te cante alguna canción mientras en el silencio de la noche se le deshace la voz intentando llegar a tu corazón dormido...
-¡Hasta pronto extraño ser!, relámpago rozando el horizonte, te espero mañana para presenciar el cambio esencial en nuestras vidas de pájaros nómadas.

Y asi sin mirar atrás él se levanta camina algunos pasos y se deshace en la inmensidad de la noche…

**Rulo y Belu**

jueves, diciembre 07, 2006

"Estatua..."


De tarde de verano un pájaro canta una triste canción, y la humedad del ambiente se cuela en mi cuerpo haciéndome transpirar.

El sudor recorre mi cara, el viento se ha dado a la fuga y tan solo tú me acompañas. Inerte, inmóvil, fría, estática, pero siempre allí, dispuesta a escuchar mis niñerías, acompañar mi soledad, atestiguar que en silencio lloro.

Tú, amiga del silencio, dueña de las miradas inexpresivas, siempre tú, a mi lado…

El agua estancada e inmóvil forma parte de tu ser y sin embargo allí estás siempre erguida y bella, dispuesta a ser observada por un alma descorazonada, o por una pareja de amantes que se sientan en los limites de tu morada a declararse su amor.

A veces me siento como tú, un poco duro, un poco inexpresivo, y envidio tu constancia, tu despreocupación fingida…

Hoy mi realidad es distinta, y ya no acudo tanto a visitarte, me siento egoísta por compartir contigo solo mis lágrimas, por no ir a regalarte una sonrisa.

Espérame dulce amiga de los pájaros, sutil espectadora del ser humano, deseo tan solo regresar a contarte al oído lo bien que me ha ido…


**Rulo**