"Felicidad"

Tomo alcohol, me fumo un faso, toy con vos, te beso y soy feliz...

"Solo una frase..."

Extraño tanto el ser que eras que se me olvido como quererte... habré de reemplazarte?...

**Rulo***

“Laberinto mental…”

El día se vuelve tarde, el cuerpo me duele y no de andar, sino de penar, de no poder controlar mi cerebro...




El piano me acompaña y muevo mi cuerpo al compás de una sonata triste pero esperanzadora en algún punto. “Es como todo…” me digo y me encuentro parado en el Living hablando conmigo mismo, y lo peor es que me contesto, y me contradigo, solo para discutir.

Pienso; de vez en cuando es casi hasta aliviador. Me relajo y me pongo tenso al mismo tiempo, es un poco difícil de explicar pero físicamente posible.

Cierro los ojos, me dejo llevar por la música, vago mientras mi cuerpo queda inerte en el sofá… no quiero volver! Es inevitable.

Ya es de noche, el día paso volando, y sigo acá recostado, intentando decidir que hacer, como hacerlo, evaluando y sopesando pensamientos…

Las decisiones no se toman apresuradamente, no son sentimientos, son seres que creamos en nuestra psiquis para complicárnosla, son atajos, son mentiras, son realidad.

La cabeza dice no!, pero si, mmmmm. Mejor talvez, y me vuelvo loco, me pierdo, sufro, me alejo, me acerco de nuevo… Basta!!!!

La Luna me saluda desde el cielo mientras me sumo en la oscuridad y me desvanezco…


**Rulo**

"Verborragia..."

Vivir descorazonado, ser solo un ente que vaga por la Tierra sin propósito, sin principios ni finales. Ejercer el libre albedrío por costumbre. Frenarse. Pensar en el ahora, ser espontáneo. “No” es una respuesta y no solo una de las variables, sino la que determina mis límites, la que me escuda, la que me evade.

Es tarde y desvarío, pienso en muchas cosas a la vez, la verborragia mental se vuelve cada vez mas abrumadora, millones de palabras rebotando ahí adentro que hacen fuerza por salir pero desorganizadamente… Cállense!!!!!!, uff, ahí esta un poco mejor, pero no obedecen tan fácilmente…

Me distraigo un poco, no quiero enfocarme en solo un tema, eso me haría sentirme inferior, débil, hasta frágil en un punto. Quiero dejar de vacilar, darle el poder que merece el habla, y no lo consigo, entonces me escudo solo escuchando, y escuchando y escuchando.

Llega la noche y con ella las dudas, las penas, las sombras de la mentira, la idiotez de una cabeza maltrecha que no me permite pensar con claridad.

Camino dando tumbos a la cama y descanso…


**Rulo**

“Pensando…”

Estoy pensando que me siento un pelotudo, que por más que dé todo lo que pueda es inevitable sentirme zarpado, que (no quiero ser demasiado crudo, por eso respiro hondo y pienso para mis adentros) tendría que empezar a oír y dejar de escuchar, que la gente es solo virtual, ya casi no creo en la materialidad, a excepción de raros casos…


Pienso que la cobardía es el peor de los defectos, y no me refiero a poner el pecho físicamente (eso es simple solo requiere de un brote de ira o de la confianza que uno tenga en si mismo) sino a decir las cosas en la cara, más a quienes dan todo por vos...

Pienso que es difícil no enojarse, pienso que es difícil entender al otro, pienso tantas cosas…

Mejor me tranquilizo y me sumo en el silencio de la noche, adentrándome en el mundo de los sueños donde al menos concientemente ya no es ineludible preocuparse.

¡Hasta mañana!

**Rulo**

¿"Extraño?..."

"-¡Dame tu corazón!

-¿Estás bromeando?

-¿Estaría sosteniendo un filoso cuchillo en mi mano si lo hiciera?..."

Extraño tus mentiras porque siempre fueron mías, era lo único genuino que podías ofrecerme y yo quien las aceptaba en silencio dándoles vida, forma y propósito dentro de mi cabeza.

Extraño la agonía de aún teniéndote frente a mi no poder besarte y morirme por dentro esbozando una sonrisa falsa o una estridente carcajada por aparentar indiferencia.

Extraño tu mirada tierna y melancólica con la que sin palabras lograbas desestabilizarme, apabullarme, hacerme temblar las piernas por contener el impulso de arrojarme a tus brazos.

Extraño amarte y no querer decírtelo por no sentirme un idiota, por no transformar todos esos sentiminetos en una palabra tan simple y cursi.

Extraño la magia de tus manos en mi cuerpo, el descontrol de nuestras bocas sumidas en la pasión. Extraño esperar el amanecer a tu lado, extraño el sabor a alcohol y dulzura de tus labios...

Pero no te extraño a TI...

**Rulo**

“En Compañía…”

El día despunta, los árboles se desperezan y las aves surcan el cielo para matar el tiempo. Un haz de luz me despierta entrando por la ventana iluminando el costado izquierdo de mi rostro.

Me levanto, me visto y recuerdo que ya no tengo que apurarme para preparar el desayuno porque esta vez no puedo ser yo el causante de tu tardanza; sonrío en silencio como resultado de algún buen chiste que mi cerebro me susurro al oído.

Salgo a caminar, la tarde va cayendo y aún no me acostumbro a no esperar tu llegada. Ya son casi seis los días que aún estando conmigo no lo estás; pienso en el reencuentro, eres mío y no puedes dejarme aunque lo intentes. Repaso los motivos, desvarío y te veo en otros rostros.

Vuelvo con el anochecer, tomo una ducha e intento limpiar no solo mi cuerpo sino también mi corazón y mi alma. Voy a la cama acompañado de mis deseos, mis ilusiones, mi tristeza y mi más fiel compañera…: la “soledad”.

Cierro los ojos y de a poco me adentro en el mundo de los sueños, un mundo en el que soy feliz aunque no pertenezca alli.


Otro día comienza. Nuevamente olvidé cerrar las cortinas y el Sol me despierta cálido…

Me levanto, me visto y viendo tu cadáver junto a mi en la cama decido que es hora de deshacerme de él…

Ya no nos pertenecemos…



**Rulo*