martes, enero 30, 2007

"Solo por hoy..."



Siéntate a mi lado, conversemos; que la noche sea nuestra anfitriona.
Dejemos de lado la carne que contiene nuestra esencia y seamos solo ideas.
Completa tú mis frases inconclusas, déjame beber la nostalgia que emana de tus tristes ojos.
Siente mi tacto, comprende mis silencios, embriágate de burdo platonismo.
Permíteme investigarte, palparte, fundirme en ti sustancialmente...

Abraza mi alma en silencio.
Comparte tu penar y que sea uno junto a mi afán omnipotente de removerlo de tu pecho.

Acompáñame en esta locura de no ser.
Sumámonos en pensamientos utópicos, divaguemos disfrutando cada mirada cómplice.


Regálame vida, necesito descansar sobre tu inmaterial pecho mientras la Luna se recuesta agotada sobre el mar dándole paso a un nuevo amanecer...


**Rulo**

jueves, enero 25, 2007

“Viaje…”


Y te vi, caminando entre la multitud, dejando una estela de dolor inconfundiblemente tuya. El cielo oscureció, el silencio se adueño del paisaje, y las aves volaron apresuradas a sus refugios.




Nado en una taza de té, la lluvia repica en la ventana, un grillo me persigue por la casa y afuera ya no entiendo ni a los pájaros que cantan.

Un brujo me invita a su morada y en sus naipes me pierdo intentando develar mi futuro; juego distraído con mi alma, me enredo en abrumados pensamientos.

Los astros me dicen mentiras al oído y una estrella me regala un deseo saltando desde el cielo hacia la nada…

Siento mi cuerpo fenecer desesperanzado, mis labios sellarse de amargura, mi corazón palpitar al compás del sonido de un triste violín.

Mis sueños se materializan formando pequeño espirales de humo que ahogan mi cerebro y no me dejan respirar. ¡Cuánto dolor, cuanta pena, cuanto olvido, cuanta mediocridad disimulada e hipócrita!

Mis ojos lloran lágrimas de sangre, mis manos sudan, la Tierra se abre.


Juguemos, mutemos, adulteremos nuestra esencia, divaguemos en silencio mientras este amanecer devora los resquicios de una larga noche…

**Rulo**

martes, enero 09, 2007

“Ángel de piedra...”


Vuela ángel de piedra tantas veces corrompido por la violencia del viento que azota tus alas.

Siente como palpita éste, mi corazón entregado a la desidia y al desdén de la vida.

Duerme, mientras las lechuzas ululan en la noche y las estrellas se encienden en el firmamento.

Llora, por aquella alma perdida que intentaste rescatar de su dolor.

Piensa, mientras acunas en tus brazos algún retoño de felicidad conseguido.

Sueña en esta madrugada repleta de esperanzas que se desvanecen.

Muere, en la vigilia de quien te idealiza con sus ojos entreabiertos...


**Rulo**